Es rico Cerdigo en aconteceres y «sus pequeñas historias». Recuerda nuestro autor, cuando llegó a Cerdigo, como le contaban sus vecinos las tragedias vividas el once de mayo de 1813. Como los franceses sacaron armas, animales y tropas por Portillo y que tenían mucho miedo y se fueron al monte. No obstante, otras tropas que venían por Islares, mataron a algunas personas y saquearon el lugar, dando después fuego a algunas viviendas.

Casa en llamas

Como consecuencia de una gran sequía que hubo en el 1876 se dejaron ver manadas de lobos por los montes de Allendelagua y Cerdigo. Vecinos de Cerdigo de esa época, subían al monte, llevando un tizón encendido, para ahuyentar a los lobos de las ovejas y cabras.

En el año 1937 un grupo de chicas de Cerdigo bajaba a vender a la plaza un surtido de hortalizas. Era víspera de la Liberación de Castro y entre bromas comentaban como les quedaría el pelo que después de la venta irían a cortar a lo “Garson” en la peluquería de Quico Presno. Poco les duró la alegría cuando a medio camino las atropelló el coche que repartía la “Gaceta”, tirándolas a la cuneta. Una de ellas quedó conmocionada y la llevaron a Cerdigo; a las otras dos las llevaron al hospital para hacerlas unas curas de urgencia en las piernas y pronto subieron a Cerdigo y adiós pelo y fiesta.

Decían de las chica de Cerdigo cuando bajaban a vender y dado el grupo tan diferenciado en edades que: «Ya llega la escuela de párvulos de Cerdigo».


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